Mi mundo se llenó con el sonido de tu voz
Un trabajo. Dinero. Un marido. Ésas son las tres condiciones que su padrastro, Louis Cochrane, le ha puesto a Gracie para cumplir su promesa y permitirle conservar lo que más le importa. El problema es que, en la actualidad, cualquiera de las tres es demasiado complicada para ella. Ha dejado su currículum en cada bar, cafetería, hotel o lavandería de Manhattan, pero nadie ha querido contratarla. Sin trabajo le será imposible reunir el dinero. Y lo de casarse es aún más difícil. A sus veintitrés años, Gracie sólo cuenta con un amigo, Ted, y es el novio de su mejor amiga, por lo que ...