Relatos carnavalescos
"No es posible ser sabio, estoico ni coherente las veinticuatro horas del día; es necesario saborear el placer de vivir sin la seriedad profunda de los compromisos laborales, las prácticas religiosas políticas y cívicas de la cotidianidad ¿Por qué no ser demasiado humanos para el disfrute de la vida, mirando a los ojos de mi interlocutor cuando hace memoria del pasado, o cuando saboreamos el presente El autor de Relatos Carnavalescos lleva al lector al pasado, le dice lo que se contaba en épocas de las espelmas, las velas de cebo o las lámparas de petróleo; cuando entre la cena y la...