Del viaje como arte
A comienzos del XX el viaje a Europa era un género tan popular como desgastado. Lo que aporta Edith Wharton es ímpetu y gozo, horror a los caminos trillados, una mirada perspicaz y un bagaje intelectual asombroso. Vida, arte y escritura se alían para contrarrestar los angostos interiores de Vieja Nueva York o La edad de la inocencia, su mundo, al que contrapuso la exaltación del horizonte inabarcable. Una de las primeras norteamericanas en tener coche propio, contagió su pasión por la carretera a su amigo Henry James, que la nombró el "Águila Dorada". El coche, "en su vertiginoso...