PROFECÍAS VIVIENTES

Que te roben tu reputación, que te roben tu dinero… ¡Ojalá te lo roben, si es que lo tienes! Tu buena imagen, tu reputación, tu buen nombre… y todo eso… ¿qué más nos da? Lo único triste es que de verdad nos roben la alegría y la libertad de vivir el Evangelio. Y la gran pregunta es esta: ¿nos han robado el Evangelio? ¿Se lo robamos nosotros a alguien, cuando empezamos a ser “razonables”, por la lógica humana? ¿Nos han robado la alegría de la Buena Noticia, la alegría de saber y de anunciar que somos amados por Dios en Jesucristo con un Corazón de Hombre? ¿Nos han...