Juntos al atardecer
Niki Keene había seguido, sin dudarlo un segundo, a sus hermanas hasta Hard Knox, Texas; las trillizas eran inseparables. También las ayudaba a dirigir el rancho, pero, cuando los vecinos de la ciudad la apuntaron al concurso de belleza para rancheras, tuvo que echarse a reír. ¿Cómo podría participar en un concurso de rancheras con lo que la aterraban los caballos? Además, ya estaba harta de ser "la trilliza guapa". Pero cuando el sexy Clay Russel lo apostó todo por ella, tuvo que cambiar de opinión. No podía perder al único hombre que hacía que se alegrara de estar en Texas.