Una estrella que no se apaga

Un testimonio conmovedor sobre el poder de la vida. A Esther Earl le diagnosticaron cáncer de tiroides cuando tenía doce años. Murió en 2010, poco después de cumplir los dieciséis, pero antes inspiró a miles de personas. «Simplemente sé feliz, y si no puedes ser feliz haz cosas que te hagan feliz. O no hagas nada, pero con las personas que te hacen feliz.» Esther Earl fue una adolescente con un talento y lucidez excepcionales, pero una adolescente normal, al fin y al cabo. Se esforzó por vivir con ilusión y generosidad, especialmente tras saber que su cáncer de tiroides era...


























































