Poesías y algo más...

A TODO UN HOMBRE Manos encallecidas que sembraron, en áridas tierras aunque bondadosas, capaces fueron de otras bellas cosas, que al sentirlas junto a mí, me motivaron. Segaban las mieses por el sol doradas e inspiraban confianza su presencia, manos fuertes, duras, sin violencia, preciosas cualidades en ellas conjuntadas. Tensaban cuerdas en el acarreo, y aguantaban firmes, bien, la vertedera, hermosos recuerdos estos que de niño, guardo sin querer olvidar, es mi deseo. Como el de ayudar en la parva de la era, a las que en vida dieron tanto cariño.


























































