El sabor de la tentación
Ella iba a rendirse al dulce sabor de la tentación Gabriel Cabrera podía conseguir lo que quisiera solo con arquear una ceja. Al menos, hasta que conoció a Alice Morgan, su nueva secretaria, y se dio cuenta de tres cosas: 1) Estaba celoso... por primera vez. 2) Él era quien la perseguía... también por primera vez. 3) Ella era inmune a sus encantos... ¡eso sí que era la primera vez! Cada una de sus palabras era una promesa de placer y cada vez que la tocaba lo hacía seductoramente. De una u otra forma, conseguiría que la dulce y virginal Alice se rindiera a él.