La Reunión de profesores

La fiesta, a veces, es sinónimo de pérdida de tiempo, como una manera de desperdiciar la existencia. Probablemente por este motivo, se la reduce a la mínima expresión e, incluso, está mal visto festejar confrecuencia. Igualmente, es necesaria una pedagogía de la fiesta y del juego, porque cada vez hay más profesionales en el mercado laboral que no saben jugar ni festejar. Necesitamos una pedagogía del diálogo y de la admiración, porque hay graves dificultades para ejercer y admirar lo que nos envuelve.

Los Cuentos completos de Ramón Gil Novales reúnen cincuenta y cinco relatos, quince de ello inéditos hasta el momento. El autor, que ha desplegado su tarea profesional como traductor, guionista para televisión, dramaturgo y novelista, destaca en su faceta de cuentista por su capacidad para la concisión y la sugerencia, así como por el dominio técnico del relato. El humor, la perplejidad, la inquietud ante los grandes asuntos de la vida humana caracterizan estos cuentos.

Es podria dir que aquest llibre, el pren com a referència, en combinar continguts teòrics per a aprendre, amb nombroses peces d'activitat per a implicar, deixar fer i, en alguns casos, per a estimular l'esperit crític. Planteja una docència activa en la manera de treballar els continguts. Cerca que durant tot el curs s'aconsegueixi la complicitat de l'estudiant en la pròpia formació. El plantejament docent està adreçat a educar persones a aprendre, a cercar informació i a saber-la analitzar críticament, a redactar informes i saber-los exposar en públic, a treballar en equip, a...

From the Amelia Peabody Mysteries Series With the lengthy ban on their archaeological activities lifted, Amelia Peabody and her family have returned to the Valley of the Kings in 1922 to delve once more into the age-old mysteries buried in Egypt's ever-shifting sands. But a widow's strange story is about to plunge them into a world of intrigue and adventure. The woman has come bearing an ill-gotten treasure ?a golden likeness of a forgotten king, which she claims, is cursed. Already, she insists, it has taken the life of her husband, and its next victim might well be Amelia Peabody herself.