Deseos de hielo

Ano 2008. Aterrizas en la Habana. Llegas al Hotel. Te habla un hombre. Es viejo. Tiene niebla en los ojos. Y lagrimas. Y dice que los dedos muertos del Che se movieron. Que cobraron vida para decirle adios. Que se despidieron de el. Eso te cuenta. Aun no los sabes, pero el hombre te contara mas cosas. Narrara historias admirables envueltas en niebla y lagrimas. Su historia! Y, dentro de pocos dias, cuando te marches de Cuba despues de ver tu reflejo en las historias del hombre, ya no seras tu...

¿Quién no ha dudado de sus sentidos? Con frecuencia recurrimos a las explicaciones racionales para comprender los fenómenos que nos parecen sobrenaturales. Ese ruido que creímos escuchar en la oscuridad no era más que un animal nocturno, esa sombra era una nube pasajera, aquel roce no era más que una ráfaga de viento helada. Pero ¿y si nuestros sentidos no fueran suficientes para abarcar lo que se esconde en el vacío? ¿Qué pasaría si existieran entidades misteriosas cuya presencia no podemos percibir porque carecemos de los sentidos necesarios para hacerlo? Siempre serán más...

Una bruja maldita es la más solitaria. Excluída por su pequeña comunidad, Henny Wilson lo sabe bastante bien. Sufriendo constantes accidentes, se mantiene alejada de la gente por su propia seguridad. Pero su nuevo vecino, Nathan, tiene otras ideas en mente. Cree que la maldición está solo en su cabeza. Conforme se conocen más y los sentimientos crecen, Nathan jura mostrarle a Henny que no tiene por qué sufrir por más tiempo.

(ADAPTADO PARA LA COMODIDAD VISUAL)Las mujeres etéreas es un conjunto conmovedor de narraciones literarias que deleitarán al lector introduciéndolo en apasionantes escenarios y excepcionales situaciones. Para cada uno de los relatos la autora compone un ambiente particular con lenguajes definidos y específicos de acuerdo con el universo de cada protagonista e historia; utiliza la estructura de las palabras creando maneras de expresión y comunicación únicas, alejadas de convenciones estilísticas predefinidas, para provocar la cercanía con el lector. En definitiva, Las mujeres etéreas ...