Despertando al dios dormido

Después de varias relaciones fallidas Kevin Blackman se da por vencido en cuanto a tener una esposa y una familia. Se refugia en su trabajo; un bar estilo irlandés que posee desde hace algún tiempo. Todo lo que quiere, es estar solo pero entonces una mujer que le causó un gran impacto antes, aparece de nuevo en su vida, con su carácter agrio, su cabello rojo con mechas de colores y los piercings que adornan su hermoso rostro y a partir de ese momento no puede dejar de pensar en ella. Annie aprendió de la manera difícil a nunca mostrar sus sentimientos. Sabe bien lo que es amar y perder ...

El camino por el que avanzaba era polvoriento y estaba alejado de la civilización. No era la primera vez que lo pisaba. A diferencia de los cuatro desconocidos con los que iba a reunirse en el claro que había un poco más adelante, Jorge sabía que aquello no sería ningún inocente juego esotérico. Guzco era real. Tan real como las historias que se contaban sobre él y su irrefrenable atracción por el miedo.

Se había enamorado de un millonario de incógnito... Hunter King: alto, moreno, ojos azules y piel tostada... Nada más conocerlo, Danielle Michaels quedó cautivada. A Hunter también le sorprendió sentirse tan atraído por Danielle. De hecho, era la primera vez en su vida que se olvidaba del trabajo por completo. Pero a Dani, entre su empleo y sus dos hijos pequeños, le quedaba poco tiempo para aventuras, así que Hunter tendría que demostrarle que no era una simple distracción pasajera... Que era la mujer de su vida.

En el Madrid de los años más duros de la crisis, capital de la lava y la ceniza financieras, dos mujeres denuncian la bancarrota moral con una performance de alto riesgo que pondrá en peligro los planes financieros de la presidenta de la Comunidad. «El objetivo era poblar Madrid de cuerpos visiblemente desesperados.» María Folguera traza en Los primeros días de Pompeya una suerte de pasadizo histórico entre dos mitos: la Pompeya que sepultó el Vesubio y el Madrid que pudo sepultar EuroVegas. Si la ciudad romana sufrió un volcán, Madrid sufrió a su Presidenta. Por el escenario de...