El callado dolor de los Tzotziles

Batallas colosales, intrigas palaciegas, ardientes romances: la épica de la Nación Zulú en su encuentro con el Imperio Británico logra que, sin buscarlo, Tom Grant y el gran rey Shaka lleven sus leyendas más allá de lo creíble. Y se conviertan, a fuerza de coraje, en verdaderos cazadores de gloria.

Una conmovedora novela de Charlotte Link sobre la lucha por la supervivencia de una mujer excepcional en un mundo en guerra. Una emocionante saga familiar que ha entusiasmado a más de 1.500.000 de lectoras. Prusia 1914. Felicia ha crecido muy protegida en Lulinn, la finca familiar en Prusia Oriental. Le encanta montar a caballo, vivir rodeada de naturaleza y pasar todo el tiempo que puede con Maksim, su compañero de juegos de infancia de quien está enamorada. Pero tiempos nuevos y convulsos llegan hasta su paraíso privado y Maksim, impresionado por las ideas revolucionarias procedentes de ...

Vive el fenómeno que ha enganchado a más de 2.000.000 de lectores «Lo que está haciendo Gómez-Jurado es, sencillamente, el mayor truco de magia de la historia del thriller.» ABC ESPERO QUE NO TE HA YAS OLVIDADO DE MÍ.¿JUGAMOS? Cuando Antonia Scott recibe este mensaje, sabe muy bien quién se lo envía. También sabe que ese juego es casi imposible de ganar. Pero a Antonia no le gusta perder. Después de todo este tiempo huyendo, la realidad ha acabado alcanzándola. Antonia es cinturón negro en mentirse a sí misma, pero ahora tiene claro que si pierde esta batalla, las habrá...

"""Barcelona es una ciudad grande. Sólo conozco a los colegas de mi nuevo trabajo. Ellos fueron los que me comentaron sobre la piscina local. En la otra piscina, hay una persona: un hombre dando brazadas de un lado al otro. Me sumerjo y abro los ojos bajo el agua. El hombre está en forma y es musculoso. Sus nalgas se aprietan cuando sus piernas patalean en el agua. Asomo mi cabeza sobre el agua nuevamente y me sujeto al borde de la piscina con una mano. Cuando él se aleja de mi, deslizo mi mano entre mis piernas. Durante su primera vuelta, rozo mi punto G sobre la tela. La segunda vez que...