El Pedo Más Grande Del Mundo

Ni Caperucita, ni Pinocho, ni el lobo feroz, ni el dragón, ni príncipes... ningún personaje clásico de cuentos queda libre del humor hilarante de Rafael Ordóñez y Moni Pérez. Un humor desbordante adecuado para todas las edades.

Este libro contiene los más hermosos relatos de la cosmogonía de algunas culturas amerindias de Venezuela, entre ellos los piaroa, los yukpa, los wayuu, los chaima y hasta los tamanaco, de quienes se sabe poco. Cada historia ofrece un marco referencial, cultural y geográfico del pueblo indígena a través de un acompañamiento cálido de la autora, que permite recrear el contexto desde donde habla cada informante, cada descendiente y vocero de estas culturas. Un legado invaluable de la oralidad de los pueblos originarios, que hará transitar a los lectores por universos de interpretación...

En el año 7 de la Nueva Era, el mundo es muy diferente a cuando Tes tenía diez años; una bacteria ha exterminado a todos los hombres y mujeres mayores de dieciocho años y los humanos que han quedado sobreviven como pueden en todas las partes del mundo, al igual que Tes tras la pérdida de sus padres, John y Graciela, pastores de la iglesia bautista de la ciudad. La vida de Tes en la pequeña ciudad de Ione en Oregón es tranquila a pesar de que Frank, el jefe de su clan, se está volviendo cada vez más despótico. La llegada al pueblo de un extraño llamado Peter, que dice provenir de la ...

Durante unas vacaciones en Torquay, Mila se queda fascinada por la suntuosa vida de Harold Grayling y su futura esposa, lady Hagbury-Winch. Pero la aparente paz del lugar se ve sacudida cuando Mila y Gutsby hacen un macabro descubrimiento que parece estar relacionado con la vida mundana de la pareja. A partir de ese momento, la sombra siniestra de la muerte se alarga sobre Torquay. Mila y el resto del grupo, guiados por la perspicacia de Sherlock, se involucrarán en una investigación policial que desvelará un plan diabólico.

Read Along or Enhanced eBook: El gato no está, ¡así que los ratones visitan el cuarto de juegos. Pero cuando los juguetes se caen y arman un reguero, ¿podrá Alberto agruparlos para ponerlos en las cajas correctas antes de que la Gente —y el gato— regresen a casa?