Esmeralda y yo

Ricky solo tiene tres deseos antes de cumplir 14 años: que le regalen una moto, ganar el campeonato de fútbol con su equipo y besar a Beth Tawner. Por eso, cuando el domingo por la mañana se despierta en una Arena junto a unos Goblins, un dragón que tiene miedo del fuego y un caballero vanidoso, irascible e idéntico a su profesor de matemáticas, no entiende que ha pasado con sus deseos y lo único que se le ocurre es salir corriendo. Pero a una misión en este universo no se puede renunciar así como así.

Vuelven las míticas aventuras de las chicas de «El Club de las Canguro» en nueva edición fresca y actualizada. ¡No te pierdas este quinto volumen de la serie! Montar un club de canguros parecía una buena idea... ¡hasta que empezaron los líos! ¿Hay lugar en el Club de las Canguro para un nuevo miembro? ¡Dawn espera que sí! Ella es nueva y solo tiene ganas de hacer nuevos amigos: ¡también quiere demostrar que es una magnífica canguro! Sin embargo, cuando le toca cuidar de tres niños terribles, empieza a dudar de sus capacidades... ¿Podrá superar esta dura prueba?...

Diego Clutch Rivera became the school's hero when he made the game-winning hook shot to take home last season's championship trophy. With the new season beginning, expectations are high that Clutch will lead the basketball team to another title. But when his trademark hook shot clanks off the rim, Diego's world crashes back to reality. He's stuck in a slump, and the only way to work out his problems is to draw out his thoughts and feelings in his sketchbook. Will Diego be able to get his head back in the game and help his team win another championship? Combining a high-stakes sports story...

Pensaba que el amor nunca me alcanzaría para destrozarme una vez más. Pensaba que nada malo podía suceder si era capaz de abstenerme, de controlar mis sentidos o cualquier cosa que pudiera contraer mis emociones. Mis sentimientos no eran más que un puñado de trapos usados tirados en la basura, pues no merecía la pena ni meterlos en la lavadora. Y entonces llegó mi final, como llega ese rocío en otoño e indica la próxima llegada de un invierno helado. Me dejé llevar por la vida en lugar de manejar mi propio timón y me dejé morir. Nadie tiene la culpa, el destino a veces se mete en ...