Generales y doctores

En la esperada segunda parte de "Cartas a una extrana," Berta regresa a Londres para recuperar su vida, sobrecogida aun por lo sucedido tras la muerte de su madre. Ahora no solo sabe quienes eran en realidad su madre, su hermana y su querida tata, sino que tambien ha descubierto que tiene una sobrina de nueve anos y conocido las mieles de un amor imposible plasmado en las cartas de un desconocido, un pintor misterioso que vive junto a un lago en Estados Unidos y al que finalmente pudo ver por un instante en Paris. Berta no tardara en darse cuenta de que su rutina londinense ha perdido todo...

Eugenia Ramírez, bilbaína de 30 años, es profesora universitaria en un pequeño pueblo de las montañas de West Virginia. Sus deseos de convertirse en escritora la llevan a Nueva York para cursar un Máster en Creación Literaria. Allí conocerá a Ricardo Reinosa, un reputado profesor, quien le aconsejará cómo convertir su vida en toda una novela. Loca Novelife, a pesar de tener una estructura fraccionada en relatos, forma un mosaico narrativo de argumento lineal. Una nueva y original manera de entender la novela.

¿Puede el amor viajar en el tiempo y curar un corazón roto? Brianna se despierta desorientada en el suelo de su dormitorio, apenas logra moverse. Mientras lo intenta, millones de imágenes en las que se ve a ella misma en otra época, en otro tiempo, bombardean su mente. El miedo a lo desconocido la paraliza a la vez que una fuerza extraña la empuja a averiguar qué es lo que le ha ocurrido. Los ojos negros de un hombre la persiguen en esas visiones en las que se mezclan caricias, desconfianza, besos y dudas... para dar paso a una imagen en la que él, en ese pasado, acaba con su vida....

"""Barcelona es una ciudad grande. Sólo conozco a los colegas de mi nuevo trabajo. Ellos fueron los que me comentaron sobre la piscina local. En la otra piscina, hay una persona: un hombre dando brazadas de un lado al otro. Me sumerjo y abro los ojos bajo el agua. El hombre está en forma y es musculoso. Sus nalgas se aprietan cuando sus piernas patalean en el agua. Asomo mi cabeza sobre el agua nuevamente y me sujeto al borde de la piscina con una mano. Cuando él se aleja de mi, deslizo mi mano entre mis piernas. Durante su primera vuelta, rozo mi punto G sobre la tela. La segunda vez que...