La leyenda de Leonora/ The Legend of Leonora

Y t� �qu� estar�as dispuesta a hacer por amor? Si disfrutaste con la saga Valeria, �Eng�nchate al fen�meno Silvia!�Te vas a enamorar! Silvia trabaja en una importante multinacional y est� perdida. Silvia necesita encontrar a alguien para olvidar a �lvaro. �lvaro es su jefe y acaba de romperle el coraz�n. Bea, su mejor amiga, le propone un viaje. Y all� Silvia se encuentra con Gabriel... Gabriel es una estrella de rock y tambi�n tiene problemas. Silvia y Gabriel conectan desde el principio. Y pronto descubrir�n que ese encuentro cambiar� sus vidas. Tras el...

Jack es un rebelde, no tolera que nadie lo obligue a sufrir encerrado en una oficina de ocho a seis, por cinco días a la semana, esa no es vida, es una prisión legalizada... pero tambien es bueno en lo que hace, las empresas lo buscan y la necesidad del dinero lo lleva continuamente a rebajarse a compromisos y sus necesidades, aunque por cada nuevo empleo, sus ganas de escapar crece cada vez más hasta volverse insostenible. Sin embargo, esta vez parece diferente: un nuevo trabajo, un jefe amable, compañeros simpáticos, una recepcionista bella a morir... Parece todo perfecto y por primera ...

Durante su último semestre en el instituto, Viola tiene que trasladarse con su madre y su padrastro francés a París. Para su suerte, Alexandre es ridículamente guapo. Cuando su madre tiene que regresar a Suecia y el COVID-19 toma por sorpresa al mundo, Viola y Alexandre se ven obligados a quedarse en cuarentena el uno con el otro. A Viola le resulta cada vez más difícil contener su deseo por Alexandre conforme van pasando los días... ¿Qué más harán durante todo ese tiempo a solas? Cuarentena con mi padrastro es un cuento erótico sobre una atracción prohibida que finalmente llega...

"La seda de Mariona crujió, prendida de algún botón, de un clavo, quizá, que la desgarraba. Él la asió fuerte por la cintura. Recogió su guante. La llevaba recostada por la cintura sobre su hombro. Los cabellos, sueltos, flotaban. Atravesó el pasadizo con lentitud, para no herirla, con cuidado, con la frente alta, el mentón salido. Logró ganar la sala de entrada, luego el primer peldaño de las escaleras. Consiguió mantener firme su pie. Uno a uno, con seguridad creciente, iba subiendo los peldaños, por la parte de fuera de la alfombra, para sentir la seguridad del contacto. Y al...