Leyendo a Los Muertos

Un niño y una niña, hermanos, se pierden en un tupido bosque. Durante semanas deambulan buscando su casa y sobreviviendo como pueden. Cuando han perdido toda esperanza y están a punto de morir de hambre y frío, una extraña muchacha aparece y les ofrece su ayuda. Pero los niños pronto descubrirán que su nuevo refugio, una oscura y profunda cueva, es, en realidad, una cárcel en la que un grupo de adolescentes esconden sus terribles historias.

Los Cebolletas tendrán que vérselas con unos rivales muy distintos a los que suelen enfrentarse. ¿Valdrán en este caso las reglas de siempre? Quince niñ@s. Una pasión: el fútbol. Un sueño: ¡ser los mejores! Los Cebolletas han decidido no participar en el campeonato de fútbol siete y volver a jugar en dos equipos de once jugadores, de nuevo a las órdenes de Gaston Champignon. Parece que por fin vuelve todo a su lugar, pero justo entonces las cosas se complican: ¡unos gamberros se están metiendo con Tomi y sus amigos! ¿Qué harán los Cebolletas para solucionar este problema?

En el siglo XIV Geoffrey Chaucer escribió los Cuentos de Canterbury. Unos peregrinos que acuden a esa ciudad inglesa a visitar la tumba de Tomás Becket, coinciden en un albergue u hospedaje y para pasar con amenidad la velada el posadero propone que cada uno de ellos cuente un cuento, sin demasiados escrúpulos en cuanto a la inconveniencia del asunto o del lenguaje, al final de lo cual se premiará con una cena a aquel que en opinión de todos haya contado el mejor de ellos. Por esa época el peregrinar a Roma, Santiago de Compostela, Jerusalén y otros centros notables de la Cristiandad...

Hoy cumple años Juan, pero igual tiene que ir a clases. Y lo que es peor: no tiene a nadie con quién celebrar. Lo conversa con Dios, quien a lo largo del día le recuerda varios versículos que lo ayudan a encontrar maneras de sentirse agradecido a pesar de su problema. Edad sugerida: hasta 7 años. Si deseas más de nuestros productos visítanos en http://www.es.icharacter.org

Los nueve cuentos de este libro se relacionan entre sí por el lugar donde ocurren los hechos: el luminoso "mundo de arriba" y el sereno "mundo de abajo". Allí, una serie de personajes tan diferentes viven historias realmente inolvidables.