Padre nuestro que estás en el Pardo

Para bien de la humanidad, el chileno Jaime Collyer guardó en un cajón el diploma de psicólogo y se dedicó a la escritura. Sus cuentos son una invitación al “voyerismo” y en ellos el lector se transforma en una suerte de intruso que asiste al repentino desplome de un universo que creía hasta allí en orden. José Prata, Revista LIBROS de Lisboa “Lo mejor es dejar que los cuentos pataleen solos ante el lector, se defiendan solos y a veces mueran solos”, dice Jaime Collyer en el breve prólogo a este volumen inicial de sus Cuentos Completos, con la convicción probable de quien ha ...

Soberbia en su lucidez, Angeles Salvador es dueña de un estilo particularísimo. Si en El papel preponderante del oxígeno había sacudido con su prosa desfachatada, esta nueva novela la posiciona con seguridad entre las narradoras más virtuosas de su generación. Como todos los veranos, Stella organiza su fiesta de cumpleaños en su casa en la playa de Punta del Este: una pista de baile sobre la arena, manjares, música y tragos, fuegos artificiales sobre el oleaje manso. Está todo dispuesto para el evento más sensual y esperado de la temporada y, en cuanto el sol cae, comienzan a llegar ...

La menace des Titans plane toujours et l’Université du Covenant est agitée par les troubles. Tandis que Seth fait de son mieux pour aider Josie à maîtriser ses dons, il se rend compte que l’éther de la demi-déesse exerce sur lui une attraction irrésistible. S’il ne parvient pas à se dominer, il risque de compromettre leur seule chance de succès... et de tous les condamner.

No has conocido a nadie como ella... Vuelve el autor español de thriller más leído en todo el mundo. Antonia Scott es especial. Muy especial. No es policía ni criminalista. Nunca ha empuñado un arma ni llevado una placa, y, sin embargo, ha resuelto decenas de crímenes. Pero hace un tiempo que Antonia no sale de su ático de Lavapiés. Las cosas que ha perdido le importan mucho más que las que esperan ahí fuera. Tampoco recibe visitas. Por eso no le gusta nada, nada, cuando escucha unos pasos desconocidos subiendo las escaleras hasta el último piso. Sea quien sea, Antonia está segura ...