Pise 1951

A Mexican man gives in to the fascination of the images on TV and narrates how the surprise attack on 9/11against the US unfolds. He discusses Islam with his father and the reasons for terrorism, rescues the victims’ painful testimonies and during the war in Afghanistan he confirms the grave flaws of the US intelligence services. The work starts off from a rigorous historical investigation and ends at the same question without an answer of those who suffered during the tragic March 11th events in Spain: In Who’s Name?

CHICAGO,1928 AL CAPONE DOMINA LA CIUDAD PERO SU HEGEMONÍA EMPIEZA A AGRIETARSE... Chicago, 1928, la ciudad más corrupta y más racialmente dividida de Estados Unidos. Allí coinciden Al Capone, el gánster que domina sus bajos fondos, y Louis Armstrong, el trompetista que está revolucionando el mundo del jazz. En el agobiante verano de aquel año se van a producir tres incidentes que van a sacudir las estructuras de la ciudad: por un lado, en un distinguido cóctel es envenenado lo más granado de la alta sociedad de Chicago; por otro, la inestable heredera de una familia adinerada...

La acaudalada familia Waverly ha recibido cartas extorsivas amenazando con secuestrar al pequeño Johnnie de tres años. La policía apenas ha prestado atención a la denuncia de los padres; cuando finalmente sucede el secuestro, la madre desesperada acude a Hércules Poirot. El detective belga deberá resolver rápidamente el caso para garantizar la integridad física del niño, pero ¿y si descubriera que el niño nunca corrió un verdadero peligro?

J.D. Turner no podía permitir que Tally eligiera un compañero sin antes saber todo lo que podía haber entre un hombre y una mujer. Sobre todo si aquella belleza iba a criar a su pequeño. Por eso había decidido enseñarle personalmente lo que era el verdadero amor. Tally Smith tenía un plan para encontrar al hombre perfecto, casarse y formar la familia ideal para el pequeño Jed... Al menos hasta que J.D. la secuestró con la excusa de enseñarle lo que realmente necesitaban el niño y ella. Bueno, pues Tally también podía decírselo: ¡el niño y ella lo necesitaban a él!