Sonora

Hannah Lillith Assadi es una talentosa escritora estadounidense nacida en 1991 en el entorno multicultural de la ciudad de Nueva York. A lo largo de su carrera, ha capturado la atención de críticos y lectores por su estilo único y su capacidad para tejer historias que abordan temas de identidad, pertenencia y el enfrentamiento con el pasado.

Desde una edad temprana, Assadi mostró inclinaciones artísticas y literarias. Creciendo en un hogar con influencias de distintas culturas, la diversidad de su entorno influyó profundamente en su obra. Su educación fue igualmente rica; se graduó de Bard College, donde estudió literatura, lo que le permitió profundizar en su aprecio por la literatura contemporánea y clásica.

El debut literario de Assadi llegó con la aclamada novela Sonora, publicada en 2019. Esta obra no solo marcó su entrada en el mundo literario, sino que también fue reconocida por su narración poética y su habilidad para abordar la complejidad emocional de sus personajes. En Sonora, Assadi explora la vida de una joven que se enfrenta a sus raíces y a los desafíos de crecer en un mundo que a menudo se siente ajeno. A través de sus protagonistas, la autora desafía las nociones convencionales de la identidad y la familia, ofreciendo una perspectiva fresca y cautivadora.

Además de su novela debut, Assadi ha contribuido a diversas publicaciones literarias, donde ha publicado ensayos y cuentos cortos que han sido bien recibidos. Su manera de escribir es introspectiva y lírica, y sus textos suelen explorar el dolor, la belleza y el deseo a través de personajes profundamente humanos. Assadi es a menudo elogiada por su capacidad para conectar con el lector en un nivel emocional, creando un puente entre sus experiencias y las de sus personajes.

A lo largo de su carrera, Assadi ha sido reconocida con varios premios y distinciones. Su estilo distintivo y su voz auténtica han asegurado su lugar en la conversación literaria contemporánea. Aparte de escribir, también ha sido docente y ha participado en talleres de escritura, donde comparte su pasión y conocimiento con jóvenes escritores. Esta faceta de su carrera refleja su compromiso con el arte de la escritura y su deseo de inspirar a la próxima generación de autores.

Hannah Lillith Assadi continúa residiendo en Nueva York e inspira a otros a través de su trabajo y su dedicación a la literatura. Su enfoque honesto y provocador sobre la vida y la identidad resuena con muchas personas, consolidando su posición como una voz destacada en la literatura moderna. Con cada nueva obra, Assadi promete seguir explorando las profundidades de la experiencia humana, ofreciendo a sus lectores una ventana a las complejidades del alma.

Toni es el menor de dos hermanos. Sus padres provienes de familia media Hijo de Guardia civil, un hombre estricto y duro con la educación, fue un niño privilegiado Y superdotado en inteligencia, adoraba a su madre como a nadie con ella vivió una infancia feliz, estudio una buena carrera, está le llevo a conocer Escocia donde fue allí donde termino Su carrero. Pero la vida le iba a traer grandes y desagradables sorpresas.

La iglesia blanca y la iglesia negra se reparten, en forma de mareas, los días de los protagonistas de este libro: hombre y mujer representados en las distintas edades de su cuerpo y de su conciencia. En el tiempo de la iglesia negra, el demonio y la demonia incitarán el deseo de hombre y mujer valiéndose de la extrema revelación de los sentidos: una negra liturgia del erotismo que, finalmente, sostiene el no retorno del conocimiento. En La tabla de las mareas, Menchu Gutiérrez acude una vez más al lenguaje poético, siendo el suyo un «realismo lírico» que destaca con fuerza en el...

Tres relatos muy dispares: Una sofisticada venganza en Utah, un crimen imperfecto en Madrid y las vivencias de los símbolos de la escritura en un mundo imaginario, tienen en común la inquietud que suscita la búsqueda de las razones ocultas que deciden los comportamientos: la lógica tiene sus limitaciones, hay que ir un punto más allá para que todo cobre sentido.

Esta novela escucha y nos deja escuchar, desde el México de los años cincuenta, a los niños que fueron y que pudie-ron haber sido, rodeados de un mundo de personajes hoy estrafalarios, con sus coches de enormes aletas, con su chachachá y sus boleros, y sus primeros rocanroles, con su horror al comunismo y al divorcio, y con sus maneras inconcebiblemente inocentes en lo sexual y lo político. En la memoria que recupera e inventa esta novela, el tesoro de la infancia es la pérdida de ese tesoro.