La ciudad de la huerta
Valencia experimentó, entre 1875 y 1910, varias reformas urbanas que se pueden relacionar con diversas percepciones sociales del estado de la ciudad a través del estudio de dos espacios neurálgicos: la plaza del Mercado y el entorno de los solares de San Francisco. Al igual que ocurrió en otras urbes europeas, las autoridades valencianas, siguiendo las corrientes higienistas, plantearon el derribo de barrios y la construcción de grandes vías e infraestructuras municipales, transformaciones en las que influyeron distintas formas de estigmatización social de la pobreza y de los oficios...