Ceremoniales, ritos y representación del poder

Cocinar bien no tiene por qué ser algo complejo y que requiera mucha pericia en los fogones, y Chris Lincoln lo demuestra en este estupendo recetario. Un, dos, tres: la sencillez hecha cocina. Este libro contiene recetas de platos ágiles y apetitosos que se preparan en un momento: en solo tres pasos. 160 propuestas compatibles con el trajín diario e ideales para todos aquellos que disponen de poco tiempo o pocas ganas de cocinar, pero que no quieren renunciar al saludable placer de la comida hecha en casa.

Muchas veces los más pequeños inventan historias para comer aquellos alimentos que no les gustan demasiado, especialmente la fruta y la verdura. Siempre aconsejo a las mamás que llegan a mi estudio que preparen los platos de manera alegre y divertida para intentar que los niños salgan de la monotonía de los platos y den de alguna manera rienda suelta a su fantasía. Los niños son pequeños y es normal que quieran hacer y comer solo lo que les gusta. Corresponde a los adultos enseñarles a comer cosas nuevas y que no las rechacen. Por eso he escrito este libro, para ayudar a las madres...

¿Qué opinaría de un almuerzo compuesto sólo de bocaditos crujientes o de exóticas cremas? ¿Y por qué no una cena en la que predominen los sabores afrutado o picantes? Lejos de las sempiternas categorías de entrada / plato fuerte / postre, he aquí otra forma de abordar y de entender la cocina: las recetas de esta "biblia" están clasificadas por sensaciones y sabores. - Hacer el "inventario de los sabores". - Conocer las múltiples y originales formas de "puesta en escena" o presentación de los platos.. - Recorrer y disfrutar el "itinerario de sensaciones". - Degustar los múltiples...

Este libro, no solo recata la tradición dulcera moqueguana sino que contribuyen a preservarla. Los lectores podrán encontrar una muy bien documentada historia de esta dulcería y de la producción de vinos y piscos. Asimismo una selección de recetas proporcionadas por las propias damas moqueguanas, cuya destreza en el arte de la dulcería es trascendente.