Diario Perdido

Por medio de motivos terminantes, Roxsanne Oliver se ve entre la cruz y la espada para intentar poner fin a su huida. La joven ya estaba cansada de vivir escondida del Rey todo el tiempo e imaginar que a cualquier hora puede ser descubierta por él o por sus soldados reales. Pronto, la Reina fugitiva toma una actitud inesperada y hace que todos estén en aprensión. Se hace un pacto entre el Rey y la Reina. Pero este mismo pacto no garantiza a la joven Roxsanne la liberación de su tercera muerte. Aun así, se queda cerca de recibir una tercera corona, es decir, la famosa CORONA DE METAL....

Siete jóvenes lobos de sangre pura son elegidos para entrar a la Academia de Lobos. La Academia de Lobos es un mundo prohibido y misterioso, el cual sólo es revelado a siete lobos de siete distintas familias cada siete años. Cada vez que los siete lobos llegan a esta prohibida y misteriosa academia: Tienen que hacer sus juramentos. Después de hacer sus juramentos, son respetados como jóvenes lobos de sangre pura de la Academia de Lobos. Ven a este misterioso y prohibido mundo, donde solo siete jóvenes lobos son capaces de entrar cada siete años.

Paco has a serious problem and cannot think and eat at the same time, so he must use a set of white dentures when he wants to think and a set of orange dentures when he wants to eat, but life does not always work out the way it should.

Otto es un pequeño pingüino que empieza a hacerse muchas preguntas de las cosas que le rodean ... pero no todas las respuestas serán las que esperaba.

17 autores, muertos de miedo, han escrito los textos de este libro. Lo cierto es que cada uno ha convocado a su fantasma a fin de crear estos cuentos y poemas con miedo para temblar, reir y pensar.

En esta antología encontrarán la siguiente selección de cuentos policiales: La carta robada, de Edgar Allan Poe La aventura de un caso de identidad, de Arthur Conan Doyle La cruz azul, de G. K. Chesterton El triple robo de Bellamore, de Horacio Quiroga El beguén, de Angélica Gorodischer Un error de Ludueña, de Elvio Gandolfo