Dramatis sanguis

Micha, la gata más bella, es la reina de Tlaquepaque. Esta hermosa gata se enamora de un gato siamés llamado Lyn. Sin embargo, la felicidad desaparece cuando deben separarse. Un día, Micha sale decidida a encontrar a sus hijos y reunir nuevamente a su familia.

A viscount seeks to unravel the mystery of the Paris Opera House and rescue the woman he loves from the threat of the phantom of the opera.

Miguel Hidalgo es un joven aburguesado, hijo de un medico en el Madrid de 1730. Su monotona vida cambiara para siempre con el descubrimiento accidental de un doble asesinato que tendra que investigar por orden secreta de la reina Isabel de Farnesio, junto con un alguacil retirado. Ambos pondran su vida en peligro al verse inmersos en una guerra encubierta entre ciertos miembros de la Iglesia y un grupo de mujeres que juraron venganza contra sus horribles crimenes. En el Madrid de 1730 aparecen los cadaveres de dos novicias cruelmente asesinadas en el centro de la capital con un unico testigo...

ASTER La protectora VIOLET La favorita TANSY La curadora MALLOW La luchadora CLEMENTINE La catalizadora En Arketta las llaman las Chicas Afortunadas, pero ellas saben que son todo menos eso: cuando eran niñas las vendieron para ser explotadas y las marcaron en el cuello con un símbolo embrujado. Desde entonces son presas de una vida que no eligieron. Cuando Clementine mata accidentalmente al hombre que había pagado por pasar una noche con ella, todas las chicas planean un arriesgado y peligroso escape para emprender un viaje en busca de libertad, justicia y venganza. Ahora las persiguen...

Un lugar idílico bañado por la luz cegadora del Mediterráneo. Una galería de personajes estrafalarios, carismáticos y sospechosos. Un «quién-lo-hizo» a ritmo de thriller en el que todo el mundo puede ser culpable hasta que se desvele la verdad. «Yo estaba en Roma cuando Bob Ardlan me llamó. Para ser exactos: estaba con una mujer en Roma, cuando Ardlan me llamó. Así que cuando vi su nombre en la pantalla del teléfono pensé: "Qué demonios, Bob. No me llamas en una eternidad y vienes a estropearme el mejor momento del verano". Y lo dejé sonar. Dos días después, supe que Bob...