Hombre Real

Este detallado y práctico manual de grupos de discipulado del Pastor Joel Manderfield se convierte en una herramienta poderosamente útil para el logro de la multiplicación de grupos ya que a través de una manera sencilla y efectiva le permitirá al liderazgo ministrar, inspirar y desafiar a los creyentes que asisten semanalmente a su grupo.

El señor y la señora Lechuza estaban esperando que llegaran sus hijitos; pero no fueron lechucitas los pequeños que salieron de los huevos que con tanto amor empollaba la mamá...sino unas criaturas diferentes...¡qué contrariedad! Y no solamente eso, ¡no! Sucedieron muchas cosas de las que te enterarás cuando leas esta historia... ¡Verás qué familia tan extraña esa de la que te cuento!

Vivir con un niño de dos años no es precisamente fácil. Mientras él descubre el mundo, los padres se enfrentan a sus manías a la hora de comer, a la ardua tarea de enseñarle a usar el orinal y a innumerables noches sin dormir. En esta obra, Caroline Dunford ha relatado el período de los dos a los tres años de la vida de su hijo, a quien ha apodado acertadamente «el Emperador». La autora narra sus fracasos de una manera tan sincera como sus éxitos y comparte con el lector todo lo que ha aprendido durante esta etapa: cómo dormir (más o menos...), cómo conseguir que el niño siga...

Cuando amar y vivir significa cumplirle a todos menos a una misma, entonces te olvidas de tus sentimientos y tu corazón se llena de frustración por creer que no haces nada bien, que nada es suficiente para complacer a las personas que te rodean. La mala noticia es que no hay un lugar al cual llegar; la buena es que el camino es lo importante. Estamos aquí para intentar ser mejores seres humanos cada día, crecer y abrirnos a la vida y al amor, mas no para ser perfectas sino para cometer errores, tropezar y aceptar nuestra naturaleza humana. En esta obra conocerás las historias de mujeres...

«Generalmente consideramos a nuestros hijos como simples niños. ¿Qué pasaría si los considerásemos realmente como almas y supiéramos discernir de qué modo estas almas se desarrollan? Si poseyéramos un plano del invisible y “espiritual” crecimiento de la divina identidad, ¿cómo trazarían las familias, y de hecho nuestras culturas humanas, los cursos de las respectivas vidas de los niños y de los adultos? ¿Diferirían de los cursos que trazamos ahora? ¿Serían diferentes en tiempos de guerra y de paz? ¿Serían nuestras esperanzas y nuestros sueños, si no diferentes, sí al...