Jugamos a Ser Pasteleros

EN UNA CASA COMO LA TUYA, VIVEN UNOS DUENDES MUY ESPECIALES. El señor Higgs vive solo... o eso cree él. En realidad, unos simpáticos duendes comparten su hogar, ¡en secreto!, y lo van llenando todo de dulces sin que él se dé cuenta. El bebé Chocopete deja bombones por donde quiera que pasa, Azu Kiki hace algodón de azúcar hasta cuando sueña, y los divertidos Plash y Krystal producen deliciosas cremas y cristal de caramelo. ¡Son los duendes del Dulce Hogar! Pero las cosas empiezan a complicarse con la llegada de un duende travieso, de una invitada con una peligrosa mascota y de......

Sebastián estuvo esperando el día de su cumple durante un largo año.¡Y finalmente llegó! Va a recibir un regalo muy especial, solo necesita que alguien lo ayude a abrirlo. Este libro nos acerca a la problemática de la discapacidad con una mirada abierta y libre de prejuicios. La historia de Sebastián abre el diálogo para generar mayor conciencia frente a la diversidad, y así construir entre todos una sociedad más inclusiva. «El cuento es una linda herramienta para acercar a los chicos a la dificultad (en este caso motriz, pero excelente metáfora para muchas otras) de un hermano o...

Hay dos cosas que todos sabemos de las luciérnagas: que vuelan y que tienen luz propia. Lo que pocos saben es que volar, lo que se dice volar, sólo los machos pueden hacerlo, porque las hembras tienen alas minúsculas y sólo pueden quedarse brillando entre las hojas. Es una ley dictada por la naturaleza. Pero para Lucía, no hay leyes que no se puedan desafiar con tal de conseguir su sueño y volar como un cometa por la noche. Un libro inspirado en Las luciérnagas no vuelan. Breve ópera luminosa.

El hermano pequeño de Tina no quiere dormir y llora que llora, nada lo consuela. Tina adivina qué le pasa ¡el pequeño quiere un beso! Una historia sobre la ternura, la alteridad y la empatía. Con la colección Los Peques hemos recuperado los cuentos sin palabras de Pia Vilarrubias publicados por la Editorial Juventud hace 40 años. Estas historias sin palabras les resultarán muy familiares y son un estímulo para animar a los niños de 1 a 3 años a hablar. En ellas se dibujan hechos cotidianos como levantarse por la mañana, lavarse, vestirse o ir a la escuela. La idea es que los...