Stephen Jay Gould, nacido el 10 de septiembre de 1941 en Nueva York, fue un paleontólogo, biólogo evolutivo, geólogo y escritor estadounidense. Es ampliamente conocido por sus investigaciones sobre la teoría de la evolución, específicamente su propuesta de la teoría del equilibrio puntuado, que desafía la visión tradicional del gradualismo en la evolución de las especies.
Gould creció en un ambiente donde se valoraba el conocimiento y la curiosidad. Desde temprana edad, mostró un gran interés por la biología y la paleontología, lo que lo llevó a estudiar en la Universidad de Antioch y posteriormente la Universidad de Columbia. En 1967, obtuvo su doctorado en paleontología y geología, centrándose en los moluscos del Cretácico Inferior de la costa este de Estados Unidos.
Su carrera académica comenzó en la Universidad de Harvard, donde se convirtió en profesor de geología, biología y la historia de la ciencia. A lo largo de su vida, Gould se dedicó a investigar diversos aspectos de la biología evolutiva, pero es más famoso por su colaboración con el naturalista Niles Eldredge en la formulación de la teoría del equilibrio puntuado. Esta teoría sugiere que la evolución se produce en ráfagas rápidas de cambio en momentos geológicamente breves, intercaladas por períodos prolongados de estabilidad.
Gould también fue un prolífico escritor y comunicador de la ciencia. Durante más de 20 años, escribió una columna titulada “This View of Life” para la revista Natural History, donde discutía temas de evolución, paleontología y bioética, haciéndolos accesibles al público en general. Sus escritos son conocidos por su estilo claro, su ingenio y su capacidad para conectar la ciencia con temas culturales y filosóficos.
Entre sus obras más influyentes se encuentran “El pulgar del panda” (1980), donde aborda la teoría evolutiva y los conceptos de la adaptación y la contingencia en la evolución, y “La estructura de la teoría de la evolución” (2002), donde proporciona una crítica profunda y una explicación de la síntesis moderna de la evolución. También exploró la relación entre la ciencia y la religión en obras como “No god but God”, donde argumentó a favor de la compatibilidad entre la ciencia y la espiritualidad.
Gould fue un defensor de la educación científica y se opuso firmemente a la inclusión del creacionismo y el diseño inteligente en los planes de estudio de ciencias. A lo largo de su vida, participó en debates sobre la enseñanza de la evolución y abogó por una comprensión más profunda y matizada de la teoría evolutiva entre el público y los educadores.
A lo largo de su carrera, recibió numerosos premios y reconocimientos por su trabajo. Fue elegido miembro de la Academia Nacional de Ciencias y recibió la Medalla de la Libertad de la Casa Blanca en 2000, en reconocimiento a sus contribuciones a la ciencia y la educación.
Stephen Jay Gould falleció el 20 de mayo de 2002, pero su legado sigue presente en la ciencia y la educación. Su trabajo no solo ha influido en la paleontología y la biología evolutiva, sino que ha dejado una marca indeleble en la forma en que entendemos la ciencia en el contexto cultural y filosófico. Su compromiso con la divulgación científica y su capacidad para comunicar conceptos complejos de manera clara y atractiva continúan inspirando a nuevas generaciones de científicos y amantes de la ciencia.