Las libelulas son bellas

El paso a la edad adulta del llamado a ser Rey de la sabana es usado por Margarita del Mazo como un alegato contra clichés, convencionalismos y estereotipos. Consecuentemente, este álbum se convierte en una crítica a las vidas regidas sobre todo por lo que los demás esperan de uno, y alerta sobre la enorme infelicidad que provoca la dificultad de alcanzar algo tan simple, y paradójicamente tan complicado, como ser uno mismo. Margarita del Mazo es cuentacuentos, tanto para niños como para adultos, en escuelas Infantiles, colegios, institutos, centros sociales, casas de la cultura,...

Podrá sobrevivir un amor que desafía las normas de dos familias separadas por un viejo rencor?Ginebra Rinaldi no sabe lo que es la libertad.Vive dentro de una jaula dorada, sofocante y llena de normas dadas por su padre, está acostumbrada a obedecer y a sufrir los castigos de su familia ante cualquier rebeldía.Lorenzo Orlando renunció su lugar como heredero del patrimonio de la familia Orlando para poder tener la libertad de ser y hacer lo que quiere, poniendo en peligro su propia vida. Sin embargo, hoy es un hombre respetado y es el propietario del local más prestigioso de Rockart...

“Nada especial” es la mejor forma para describir a Owen Lektor —por lo menos eso es lo que le han dicho toda su vida. Cuando un extraño visita la librería de su padre, la vida ordinaria de Owen gira fuera de control y cae en un mundo que ni siquiera sabía que existía. Owen cree que el único don que posee es su habilidad para devorar libros, pero está por ser obligado a entrar en una batalla que afectará dos mundos: el suyo y el desconocido mundo de las Tierras Bajas. Perfecto para lectores de 10 a 14 años que disfrutan de una historia de ritmo acelerado llena de acción,...

Todo empezó al ir mal en el día en que mis padres nos obligaron a Marty y a mi a ir a la biblioteca todas las tarde al salir del cole. Te juro que si nuestra bibliotecaria fuera aburrida y silenciosa como todas del mundo no hubiera pasado NADA fuera de lo normal. Pero, NO, la nuestra escondía un secreto horripilante: en ella habitaba un monstruo apestoso que odiaba a los niños y se llamaba...¡¡¡bibliotecaria!!!