Lo caótico de ser mariposa

Se termina de leer este libro La Universidad de mi Vida, agotado, emocionado, admirado, lleno de una serie de sensaciones extraordinarias. Porque ese empirismo que relata Jota se convierte en una tesis laureada en la "universidad de la vida" y en cualquier parte del mundo. La espeluznante descripción de su hijo Jorge sobre su pasión, muerte y resurrección es de una precisión de relojero, de un apóstol de la vida, de quien lleva la vena periodística absoluta y de quien ama a los suyos con amor total. Ahí está la nueva vida que El Creador le entregó a Jota para que siga siendo ese...

Esta edición revisitada de "Querida María. Cuando el psicoanálisis no es un sueño" se formó, en palabras de su autora Carmen González Táboas, "al modo de un tapiz artesanal cuyas formas o escenas se traman pasando la aguja una y otra vez sobre una urdimbre de hilos tensos de lado a lado. Me había sucedido descubrir que lo ya vivido podía ofrecer las guías firmes por donde pasar los hilos; también ciertos hitos de mi larga experiencia de sujeto analizante. María, mi hija, me facilitó las cosas; ¿cómo su madre pasó de la religión, en su forma más rigurosa, a la práctica...

Libro de reconocimiento a la figura de Pasqual Maragall en el que 40 amigos del político (tanto del ámbito público como personal) cuentan un recuerdo público o privado compartido con él. De tono alegre, cercano, optimista y emotivo, los textos reflejan el carácter carismático y polifacético de Pasqual Maragall desde el respeto y la admiración. Josep Miquel Abad, Lolita Banchs, Lluís Bassat, Jordi Basté, Carles Bosch, Carmen Cervera, Joan Clos, Pilar i Anna Duocastella, Odón Elorza, Xerardo Estévez, Jordi Évole, Isidre Fainé, Paz Flores, Beth Galí, Joan Ganyet, José Antonio...

Cuando Amós Acero Pérez, maestro y primer alcalde democrático de Vallecas, frente al pelotón de fusilamiento franquista, se negó a que le colocasen la venda sobre los ojos, supo mirar de frente a los desconocidos ejecutores de una venganza, con la misma solidez y claridad de espíritu con que había mirado siempre a la vida durante cuarenta y siete años. La talla de Amós Acero Pérez queda plasmada en los primeros párrafos de la carta que escribió a su familia pocas horas antes de su muerte.