Monstruolandia (Serie Superfieras 4)

Elliot is needed to help restore the balance of the natural world, so he goes on a dangerous mission to find the four elemental stones and defeat the evil Tánatos.

Los padres de Elliot han desaparecido juntamente con toda la tripulación del crucero en que viajaban... Elliot y sus padres están disfrutando de un crucero por las islas del Caribe. Elliot se ha llevado uno de los libros que Goryn le regaló, pero como lo acaba enseguida, decide volver a su casa para coger otro. Y al volver de nuevo al barco, descubre que algo extraño está pasando: ¡no hay nadie! Al final, oye una voz de auxilio que proviene del camarote del capitán y cuando llega allí sólo ve un loro. De repente, el loro también desaparece y mientras Elliot lo busca se da cuenta de...

Nuevo título de la colección de primeras lecturas de Joaquín Londáiz. Las Superfieras se enfrentan a un nuevo caso: un ladrón imposible de rastrear, dos robos casi simultáneos en la misma ciudad y una leyenda sobre el fin del mundo relacionada con los ojos de una cobra dorada gigantesca. Por lo visto, esta vez las Superfiereas no lo van a tener nada fácil.

María says hello by sticking out her tongue, Marcelo's head is always in the clouds, and Julieta can't see anything without her glasses. Each of them is unique, but in the end they're all friends! This book focuses on the topic of friendship through the lens of diversity and uniqueness.

La Paz is a happy, but noisy village. A little peace and quiet would make it just right. So the villagers elect the bossy Don Pepe as their mayor. Before long, singing of any kind is outlawed. Even the teakettle is afraid to whistle! But there is one noisy rooster who doesn't give two mangos about this mayor's silly rules. Instead, he does what roosters were born to do. La Paz es un pueblo alegre, pero ruidoso. Un poco de silencio no le vendría nada mal. Así que la gente del pueblo elige a don Pepe de alcalde para que resuelva el problema del ruido. Muy pronto, se prohíbe cantar en...

Había una vez un chico al que llamaban Domingo Faustino. Dicen que nunca faltó a clase ni siquiera cuando llovía. ¡Qué gracia! En San Juan, donde nació, nunca llueve en época de clases. En estos cuentos, Sarmiento no es un prócer. Es un chico. Un chico con un papá y una mamá, un chico que juega a los soldaditos, que tiene miedos y sueños. Un chico como vos.

Omar descubrió una ciudad escondida donde vivían unos personajes muy curiosos. Aprendió cómo afrontar los complejos con valentía ya que lo importante es el tipo de persona que seamos.