Saladino

Geneviève Chauvel, gran conocedora del mundo árabe, cubrió como periodista los grandes acontecimientos del siglo xx en Oriente Medio y Extremo Oriente. Tras el clamoroso éxito de Saladino. El unificador del Islam, ha iniciado un ciclo narrativo dedicado a las grandes mujeres de la historia europea, de la que ha publicado hasta el momento en Edhasa Reina por amor (1999), Eugenia de Montijo, emperatriz de los franceses (2001), Lucrecia Borgia, la hija del Papa (2002) y La pintora de la reina (2006).

"Clementina nació con un don especial: poder viajar a través del tiempo, saltando de la revolución mexicana a La Habana de 1930. En uno de esos viajes encuentra a Ramiro, un hombre al que su abuela amó con todas sus fuerzas y del que Clementina también se enamorará perdidamente."-- Back cover.

Swipe right, swipe left. Swipe up, swipe down. ¡Ya! Swipe out! Teresa se va seis meses a Nueva York a una sola misión: encontrar marido. Con ayuda de las casamenteras contratadas por su familia, debe cumplir con su sueño -y el de su familia- de "verla novia". Sin embargo, cumplir con las exigencias que arrastra una mujer judeo-mexicana desde niña para encontrar a the one tomará más tiempo del imaginado. Pero claro, imposible confesarle a su círculo social que ese es el objetivo. Así que inventa la coartada perfecta: convertirse en algo similar a Mozart, gracias a un piano Steinway...

Estaba decidido a recuperar a la única mujer que realmente le había satisfecho. Emilio Andreoni, importante hombre de negocios y el soltero más codiciado de Italia, quería la perfección en todo. Para culminar su éxito, solo necesitaba una cosa más... ¡La mujer perfecta! En el pasado, había creído encontrarla, Gisele Carter; pero un escándalo había hecho que rompiera su aparentemente perfecto compromiso matrimonial. Sin embargo, dos años después de la ruptura, Emilio tuvo que enfrentarse a unas pruebas irrefutables y reconocer la inocencia de Gisele.

El Mundo de la Mujer nos lleva hacia ella, para encontrarla y con grandes deseos de conocerla en su total belleza, fielmente integrada dentro de su propia feminidad, intentamos descubrirla. Ilusoriamente, creemos conocer lo que normalmente vemos en su mundo externo y sin saber que la mujer posee un mundo interno; nicamente, vuestros ojos se pierden en los luminosos reflejos de la hermosa figura que representa su anatoma humana. Lanzarme a conocerla, fue para m como aventurarme a realizar un viaje desconocido en alta mar, y sin tomar en cuenta sobre la inmensa profundidad de su ser, los...