A su paso por Saturno, las sondas Voyager tomaron, en los años 80 del siglo pasado, numerosas fotografías de sus anillos. Aquellas imágenes dieron pie, poco más tarde, a un extravagante experimento. Tras reproducir con suma precisión el diseño de los anillos en forma de surcos sobre un disco de vinilo, la audición desveló por sorpresa, en medio de una sucesión de frecuencias sin sentido, un fragmento de la Ofrenda musical, una de las composiciones más enigmáticas y esotéricas de Johann Sebastian Bach. Este sorprendente resultado podría interpretarse como un atisbo, singular y...