Me llamo Asia

Me llamo Asia y... lo confieso: tengo cuarenta años. Aunque también tengo negocio propio, casa, hijos y un marido, de vez en cuando. Pero... estoy casi segura de que no soy la persona que creo que debería ser... ¿o sí? No sé... El caso es que, de repente, he descubierto que la vida se me ha despistado y no me ha dejado hacer, sentir y experimentar todo lo que tenía que haber probado, explorado y percibido antes de llegar a esta «crítica» edad. Y, por lo visto, el resto del mundo también se ha dado cuenta ya que se ha confabulado con mis sueños, para hacer realidad mis fantasías...