José Castillejo fue un destacado matemático, filósofo y educador español, nacido el 13 de junio de 1885 en la localidad de Lerma, en la provincia de Burgos. Desde joven, mostró un interés particular por las ciencias exactas y la filosofía, lo que lo llevó a estudiar en la Universidad de Madrid, donde se graduó en Matemáticas en 1909. Su carrera académica y profesional se desarrolló a lo largo de varias décadas, durante las cuales contribuyó significativamente al desarrollo de la educación en España y promovió el pensamiento crítico y la investigación científica.
Castillejo fue un firme defensor de la modernización y la reforma de la educación en su país. Durante la década de 1920, se unió a un grupo de intelectuales que abogaban por una educación más libre y menos dogmática. Su enfoque educativo estaba orientado hacia el desarrollo del pensamiento autónomo y la creatividad en los estudiantes. A lo largo de su carrera, ocupó diversas posiciones en instituciones educativas e impulsó la enseñanza de las matemáticas y la filosofía en el ámbito académico.
En 1931, fue nombrado catedrático de Matemáticas en la Universidad Central de Madrid, donde tuvo una gran influencia en varias generaciones de estudiantes. Durante su tiempo en la universidad, participó activamente en la introducción de nuevas corrientes pedagógicas y en la promoción de una educación más laica y accesible para todos. En este contexto, Castillejo se mostró como un defensor de la educación pública y promovió la creación de institutos y escuelas que permitieran a los jóvenes acceder a una formación de calidad, independientemente de su origen social.
Además de su labor como docente, José Castillejo también tuvo un notable papel en la investigación científica. Publicó numerosos trabajos sobre matemáticas, así como sobre la relación entre las ciencias y la filosofía. Su enfoque interdisciplinario le permitió establecer conexiones entre estos campos y contribuir a la formación de una visión más amplia de la ciencia. Muchos de sus escritos se centraron en el papel de las matemáticas en la comprensión de la realidad y en cómo estas podían ser utilizadas como herramientas para resolver problemas complejos.
A lo largo de su vida, Castillejo permaneció comprometido con la defensa de la libertad de pensamiento y la expresión. A medida que se intensificaban las tensiones políticas en España durante la década de 1930, su compromiso con los valores republicanos y democráticos se hizo aún más evidente. Sin embargo, tras el estallido de la Guerra Civil Española en 1936, se vio obligado a abandonar el país debido a la persecución política que sufrían muchos intelectuales. Se exilió en Francia y, posteriormente, en Argentina, donde continuó su labor docente e investigadora.
En su nuevo hogar, Castillejo siguió trabajando en la promoción de una educación de calidad y en la defensa de los principios de la democracia y la libertad. Su influencia se extendió a través de diversas instituciones educativas y académicas, donde su legado perduró a lo largo de los años. Pasó sus últimos años en Argentina, donde continuó escribiendo y colaborando con otros pensadores y académicos hasta su muerte el 16 de diciembre de 1970.
Castillejo dejó un importante legado en el ámbito de la educación y la investigación matemática, y es recordado como un pionero en la promoción de una enseñanza más libre y crítica en España. A través de su trabajo, inspiró a generaciones de estudiantes y educadores a buscar una comprensión más profunda de las ciencias y a valorar el pensamiento crítico en su formación.
Su vida y obra siguen siendo un referente en el ámbito educativo y científico, y su contribución al desarrollo de la educación en España es reconocida como fundamental para la formación de un pensamiento autónomo y crítico en la sociedad.