Erwin Panofsky (1892-1968) fue un influyente historiador del arte y teórico cultural, conocido por su enfoque interdisciplinario que combinó la historia del arte, la filosofía y la teoría literaria. Nació en Hamburgo, Alemania, en una familia judía, y estudió en la Universidad de Hamburgo, donde obtuvo su doctorado en 1914. Su carrera se vio inicialmente interrumpida por la Primera Guerra Mundial, pero después de la guerra, se trasladó a Berlín, donde se convirtió en una figura prominente en el desarrollo del campo de la historia del arte.
Panofsky es conocido principalmente por su método de análisis de la obra de arte, que se basa en la idea de que el arte no puede ser comprendido sin considerar el contexto cultural, social y filosófico en el que se crea. Su trabajo más famoso, “La historia del arte como historia cultural”, propone que el estudio del arte debe incluir un examen de la interacción entre la obra de arte, su creador y el contexto histórico en el que se produce.
En 1933, debido al ascenso del régimen nazi, Panofsky se vio obligado a abandonar Alemania. Se trasladó a los Estados Unidos, donde continuó su carrera académica en varias instituciones prestigiosas, incluyendo la Universidad de Princeton. Durante su tiempo en Princeton, sus ideas comenzaron a ganar aceptación y respeto en el mundo académico estadounidense.
Un aspecto clave de la obra de Panofsky es su teoría de los “significados múltiples en el arte”. Según Panofsky, una obra de arte puede ser interpretada de múltiples maneras dependiendo de la perspectiva del espectador, el contexto cultural y el tiempo en que se examina. Este enfoque se puede observar en su análisis del arte del Renacimiento, donde exploró cómo los artistas de esa época incorporaron nuevas ideas filosóficas y científicas en su trabajo.
Panofsky también es conocido por su análisis de la iconografía y la iconología, conceptos que desarrolló en su obra “El significado en el arte”. La iconografía se refiere al estudio de los símbolos y temas representados en las obras de arte, mientras que la iconología va más allá, considerando el contexto histórico y cultural que da forma a esos símbolos. Esta distinción ha influido en estudios posteriores y ha sido fundamental para el desarrollo de la historiografía del arte moderno.
A lo largo de su carrera, Panofsky recibió numerosos honores y premios, y se convirtió en un referente dentro del estudio del arte en el siglo XX. Su legado vive en la forma en que los académicos y críticos de arte abordan la interpretación de las obras, así como en la manera en que se entiende la relación entre el arte y la cultura en general.
En la década de 1960, Panofsky comenzó a sufrir problemas de salud, y falleció el 21 de marzo de 1968 en Princeton, Nueva Jersey. Su influencia perdura, y su trabajo continúa siendo estudiado y discutido en las aulas y en la literatura académica, consolidándolo como una figura central en la historia del arte y el pensamiento cultural moderno.
Su enfoque metódico y sus innovadoras ideas sobre la interpretación del arte han dejado una huella profunda en el campo, haciendo de Panofsky un ícono indiscutible en la historia del pensamiento artístico y cultural.