Los Tres Cerditos

"¡Corran, corran lo mas rápido que puedan! No podran alcanzarme. ¡Soy el hombre de jengibre!" Rimas repetitivas y divertidas ilustraciones ayudan a contar el cuento clásico de "El Hombre de Jengibre." Con ojos de pasas, una boca de cereza y nueces para los botones, una anciana hace un hombre de jengibre para la cena de su marido. Cuando el hombre de jengibre salta del horno y corre a través de su granja comienza la aventura. Averigua lo que sucede cuando el hombre de jengibre se encuentra con un zorro astuto. Texto sencillo y una historia divertida animarán un amor de por vida para la...

Salvese quien pueda! Todos a cubierto! Que viene el monstruo! Osito El Terrible siembra el panico entre los habitantes del bosque y justo eso es lo que mas le divierte! Hasta que un dia se encuentra con alguien mas grande que el . . .

Historietas súper ingeniosas de los hermanos Nacho y Tobi que siguen creciendo a lo grande y divirtiéndonos con simpatiquísimas situaciones cotidianas. En este libro veremos cómo se agranda la familia. Lo bueno es que Nacho seguirá siendo el mayor, pero Tobi pasará su lugar del menor a la nueva beba que los hará divertirse mucho más de los que pensaban.

El último de los soldados de infantería genética, Rogue Trooper, ha desertado junto a las almas confinadas en biochips de sus compañeros muertos. Su misión: encontrar al general traidor que delató a los GIS. En esta nueva recopilación Rogue Trooper se enfrenta a la pistola homicida en “Comandante Magnam”, al horror de una alambrada viviente, y a su pasado en “Recuerdos de Mili-Corn”.

Un divertidísimo libro ilustrado sbre un chimpancé de muy mal humor, perfecto para que los niños pequeños aprendan a lidiar con los sentimientos confusos. Jim Pancé tiene un ataque de gruñonitis y no sabe por qué. Sus amigos no lo entienden: ¿cómo puede estar enfurruñado si hace TAAAAAN buen día? Las cebras le invitan a hacer la croqueta con ellas, los pájaros a cantar y los monos a columpiarse, pero Jim no puede seguir tantos consejos... y se colapsa un poquito. ¿No será que de vez en cuando todos necesitamos ser un poco gruñones?