Arthur Miller, nacido el 17 de octubre de 1915 en Nueva York, fue un destacado dramaturgo y ensayista estadounidense cuyas obras han dejado una huella indeleble en el teatro moderno. Hijo de inmigrantes judíos de Polonia, Miller creció en un entorno que estuvo marcado por la difícil situación económica de la Gran Depresión. Esta experiencia le serviría de base para explorar temas de lucha, moralidad y la búsqueda de la verdad en su trabajo.
Después de completar su educación secundaria, Miller se matriculó en la Universidad de Michigan, donde comenzó a escribir obras de teatro. Durante su tiempo en la universidad, escribió su primera obra, The Grass Still Grows, y ganó varios premios literarios, lo que lo impulsó a seguir una carrera en el teatro. Se graduó en 1938 y regresó a Nueva York, donde trabajó en diversas ocupaciones para poder mantenerse mientras desarrollaba su carrera como dramaturgo.
Su primer gran éxito llegó en 1947 con All My Sons, una obra que aborda temas de responsabilidad familiar y ética en tiempos de guerra. La trama gira en torno a un empresario que vende piezas defectuosas a la fuerza aérea durante la Segunda Guerra Mundial, lo que lleva a la muerte de pilotos. La obra recibió elogios de la crítica y estableció a Miller como una de las voces más importantes del teatro estadounidense.
Sin embargo, fue The Crucible, escrita en 1953, la que consolidó su reputación. Ambientada en la época de los juicios de brujas de Salem, la obra es una alegoría de la caza de brujas que se llevó a cabo en Estados Unidos durante la década de 1950, en la que el senador Joseph McCarthy perseguía a personas acusadas de comunismo. Con un análisis profundo de la psique humana y la moralidad, Miller mostró cómo el miedo y la histeria pueden llevar a la destrucción de vidas. La obra se ha representado infinidad de veces y sigue siendo relevante en el contexto político actual.
El éxito de Miller en el teatro se complementó con su vida personal, que estuvo marcada por su matrimonio con la famosa actriz Marilyn Monroe, con quien estuvo casado de 1956 a 1961. El enlace atrajo la atención de los medios y se convirtió en un tema popular en la cultura popular de la época. Sin embargo, la relación también fue tumultuosa, marcada por las presiones de la fama y las luchas personales de Monroe.
A lo largo de su carrera, Arthur Miller continuó escribiendo y produciendo obras significativas. Death of a Salesman, estrenada en 1949, es quizás su obra más conocida y aclamada. Esta tragedia contemporánea cuenta la historia de Willy Loman, un vendedor que lucha por encontrar su lugar en la sociedad y se enfrenta a las realidades de la vida estadounidense. Miller recibió el Premio Pulitzer por esta obra, consolidando su lugar en la historia del teatro.
Además de su trabajo en el teatro, Miller escribió ensayos y obras de no ficción que exploraron temas políticos y sociales. Era un firme defensor de los derechos civiles y se opuso a la guerra de Vietnam. Su compromiso con la justicia social y su crítica a la sociedad estadounidense lo llevaron a ser un punto de referencia en el ámbito literario y político.
En 1980, Miller fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y en 2001 recibió el Premio Tony a la Trayectoria. A lo largo de su vida, su trabajo fue reconocido por su profundidad emocional y su habilidad para abordar temas complejos. Miller continuó escribiendo hasta su muerte el 10 de febrero de 2005, dejando un legado que perdurará en el tiempo.
Arthur Miller se destacó no solo como un dramaturgo de renombre, sino también como un pensador crítico que utilizó su arte para abordar las injusticias y los dilemas morales de su tiempo. Su obra sigue siendo estudiada y representada en todo el mundo, inspirando a nuevas generaciones de artistas y dramaturgos.