Quiéreme cinco minutos (Trilogía de Elena, 1)

Un grupo de amigos parte de la Ciudad de México hacia Real de Catorce: Lorenzo, un editor literario con temor a ser leído, conduce un Peugeot sucio y raspado; junto a él viaja Mauro, anarquista pero hijo de uno de los hombres más ricos del país, y en el asiento trasero va Javiera, de una belleza casi tan extraordinaria como su torpeza.

Ésta es la tortuga que se metío en la charca y se comío a la serpiente que se deslizo de una rama y se tragó al pez que nadaba tras la ranita.¿Salta ranita salta! Este alegre cuento repetido hará saltar y cantar de contento a todas esas "ranitas que conoces.

"¿Os habéis peleado alguna vez con un amigo? ¿O con vuestro padre? ¿O con la tiíta? ¿Con el vecino? Yo sí. Y a veces no sabes cómo "despelearte". Es lo mismo que les pasa al monstruo ya! fantasma de este cuento. El monstruo sólo sabe decir "¡Grr!" y el fantasma sólo sabe decir "¡Uuuh!". Sólo saben gritar, pelearse y asustar. Pero entonces pasan por allií dos viejecitas y el monstruo y el fantasma descubren el secreto para no volverse a pelear nunca jamás: hablar. Porque las palabras, si las usamos bien, ¡son un gran invento! ¡Nos ayudan! ¡Sí, sí! Gracias a las palabras...

Ciara ha despertado de una cruel pesadilla rodeada de quien menos se lo esperaba, sin saber qué ha ocurrido en realidad en la batalla en la que vio morir a London. Paso a paso descubrirá todo lo que esconden las almas y lo que son capaces de hacer por conseguir el equilibro. El ritual de las cenizas será el último paso que Sven dará para cumplir el anhelo de Ciara por recuperar el amor verdadero y todas las emociones, en una herida mortal que habrá que curar a costa de lo que sea, aunque se dejen de cumplir las normas de su propia profecía. A veces los sueños se pueden convertir en...

Continuación de la emblemática colección Teo descubre el mundo. En este caso, Teo viaja a África, verá los paisajes de la sabana con sus propios ojos y visitará un centro de recuperación de animales salvajes. Rinocerontes, elefantes, hipopótamos... ¡acompaña a Teo en este viaje!