Un nombre propio / A Name for Himself

Una calurosa noche de verano un rayo extraño golpea a Sarah St. Pierre en el lago Michigan. Ella debería haber muerto esa noche. Desconociendo su herencia Timewalker, Sarah se sorprende cuando no sólo es salvada por una raza de alienígenas inmortales, sino que es enviada a través del tiempo para salvar la ciudad de Chicago de un ataque alienígena. Viajar a través del tiempo tiene efectos secundarios, y Sarah lucha por controlar una nueva y aterradora habilidad que ningún humano debería tener. Tiene tres días para aprender a controlar su poder y decidir si puede confiar en Timothy...

Valencia 1854: Casta More, la esposa de un diputado nacional, cacique de Almería, es encerrada por su esposo en la Casa de las Desamparadas de Valencia, dirigida por las singular Madre Micaela, una mujer de alta cuna decidida a sacar de la calle a las mujeres de mal vivir, enseñándoles un oficio. Nadie, ni siquiera la propia Casta, sabe qué motivos ha tenido realmente su marido para enviarla allí. A través de la narración de la vida en la casa, de la correspondencia de la protagonista con Carolina Coronado y del folletín por entregas "Azucena" que Casta escribe y publica, el lector...

Según asegura mi gran amigo y mejor escritor Alexander Prieto Osorno, mi bagaje literario tiene la entidad suficiente para que este, mi último trabajo, no precise ser prologado por nadie. No estoy segura de dar por buenas sus elogiosas palabras al respecto, pero aún así, me atrevo a ser yo misma la que presente mi nueva novela: desde el otro lado, que ha sido escrita desde la necesidad personal de mirar a las estrellas y contarle a mi padre, todo lo que recuerdo, lo que me sorprende y cuanto imagino en este afán mío por narrar historias. Para comunicarme con él me he servido de su...

Solo podía pensar en vengarse de ella... pero quizá su belleza consiguiera aplacar su ira Declan Gates, el muchacho sin futuro de otra época, era ahora un próspero millonario, y Lily Wharton lo necesitaba para que la ayudara a recuperar la casa de sus ancestros. Pero Declan no tenía ninguna intención de sucumbir a las súplicas de Lily; se quedaría con la casa, se haría con su negocio y después se la llevaría a la cama... algo con lo que llevaba muchos años soñando. ¿Sería posible que el simple roce de los cálidos labios de Lily le hiciera olvidar sus despiadados planes?