ANTOLOGÍA VII

Novela de intriga y suspenso, escrita en 1999, que tiene como eje de la narracion el plan urdido por dos amantes y un medico, que pretenden apoderarse de la fortuna de la esposa de uno de ellos.La escritora logra introducir una narracion poetica y filosofica en un tema donde el crimen, el suspenso y la infidelidad deriva en situaciones que estan al borde de la locura. El amor y el desamor juegan un papel determinante en la busqueda de la felicidad y en las ambiciones desmedidas de quienes procuran alcanzar la riqueza a cualquier precio

SON HISTORIAS SOBRE LAS MASACRES INDIGENAS EN NUESTRO PAIS Y HECHOS RELEVANTES QUE CONSTITUYERON GENOCIDIOS Y CRIMENES INJUSTIFICABLES, COMO LA GUERRA DE LA TRIPLE ALIANZA.

Adonde se van los amores perdidos... contentivo de poemas, una historia corta y una fábula forman la segunda entrega de Alexis L Paralitici, luego de su ópera prima, Cortas páginas de amor... poemas... y otros escritos... En sus palabras, un segundo trabajo más cuidado y con lo que parece ser su marca de fábrica, un constante sentimiento de tristeza y soledad que se enseñorea, con pocas excepciones, de sus poemas, su historia corta y su fabula. Él confía que este libro sea disfrutado por todos ...

The inspirational words in this sensitive anthology present an empowering message and a reminder that anything is possible . . . "With God by Your Side." These words help shine a light on life's most difficult times.

Los Poemas de Francisco de Medrano se enclavan dentro de la Escuela de Salamanca y se componen de odas y sonetos de temática amorosa, elegíaca, y en algún caso ascética. Estos poemas están fluidos por Horacio. A diferencia de muchos de sus coetáneos, Medrano tiene un estilo alejado de los excesos del Barroco. Su lírica amorosa está dirigida a Flora, identificada como doña Inés de Quiñones, a Amaranta (María de Esquivel), a Amarilis, de quien se ignora el nombre, y a Catalina de Aguilar. Los poemas de Medrano se publicaron en el volumen Remedios de Amor (Palermo, 1617).

Cecilia Casanova escribe “sin efectos especiales”. En blanco y negro, dice, como una vieja película. Como un trazo caligráfico de la escritura china, a medio camino entre la palabra y la imagen, haciéndolas tocarse en la gracia de una sola, ligera huella, haciéndose presente al borde de la nada. No es poca hazaña. Poemas hechos de instantes mínimos, en los que relumbra, intempestivamente, lo inmenso. Los maestros de este arte son orientales. La tradición de nuestra poesía suele olvidarlos, o no saberlos leer. Leer a Cecilia Casanova −o leer a Ungaretti, por ejemplo− es...