La historia de don Crispín, doña Anita, el guaripola y otros cuentos

No podía aprovecharme de aquella situación, porque estaba borracho y no sabía si lo hacía de verdad o inducido por el alcohol. No quería retomar nuestra amistad de aquella forma para que no me pudiera recriminar que me propasé con él o que todo fue un craso error. Me haría trizas el corazón. Así pues, le quité la ropa y lo metí en la cama solo con los calzoncillos puestos. A pesar de su embriaguez, se le estaba poniendo morcillona y, a juzgar por la tirantez de la tela de su ropa interior, pude intuir que albergaba una enorme sorpresa.

Continúa la serie «Corazones en Manhattan» con la romántica historia de Gabriel y Morrigan. Gabriel McDougall, el heredero de una de las chocolaterías más importantes de Nueva York, no ha hecho otra cosa que desacreditar a la decoradora de interiores Morrigan Forrester por rumores malintencionados que han llegado a sus oídos. Sin embargo, cuando un amigo en común le sugiere a Gabe que la tenga en cuenta para que renueve el sector público de su empresa, duda, pero finalmente termina por contratarla. La relación laboral no ayudará con los intercambios verbales que se suscitarán ni...

as piezas incluidas por Bertolt Brecht (1898-1956) en HISTORIAS DE ALMANAQUE fueron escritas a lo largo de muchos años y dan en un primer momento la impresión de una heterogeneidad irreductible: poemas, narraciones que tienen como protagonistas a figuras históricas (Giordano Bruno, Francis Bacon, César o Sócrates), relatos que se desarrollan en tiempos remotos (la Guerra de los Treinta Años) o en la edad contemporánea (los últimos combates de la Segunda Guerra Mundial), aforismos y proverbios (como los expresados por el señor Kauner), etc. Sin embargo, un motivo central confiere...

Paco, o alcalde de Santorén, unha vila da Costa Morte, sofre un pesadelo pola morte do cabo Agapito, a quen atoparon na corredoira do monte coa cabeza desfeita por tres disparos. Nesa noite, Paco recordaba o que lle dixera Lucía, cando os dous eran militantes dun partido clandestino formado por a penas un cento de revolucionarios: “deixar de ser novo era cifrar as aspiracións dunha vida non en salvar a Patria, senón en chegar a alcalde dunha vila de segunda”. Podería ser certo, pero para este médico, dedicado á actividade política, a vida tampouco lle ía tan mal, despois de...