Orden y ministerios

Volum amb caràcter miscel·lani però amb una gran riquesa de temes i perspectives. S’hi presenten estudis sobre problemes intertextuals, la interpretació subjacent a tota traducció i l’anàlisi socioretòrica. També hi ha articles dedicats a l’Edat Mitjana i la Bíblia i, finalment, una aportació metodològica sobre la transcripció i transliteració de termes en llengua hebrea. En coedició amb l’Associació Bíblica de Catalunya

No hay nada extraordinario o especial en este libro. Todo lo que contiene es un simple reflejo que viene a través de la oración de un sacerdote sencillo cuya vida se enriquece con las personas a las que sirve y su propia experiencia personal que se convierte en un instrumento de la presencia de Dios en su vida. Nada extraordinario o especial o provocativo en este libro, excepto el único deseo de compartir la sed y el deseo de consumir dar "el todo" al Dios que lo ama inmensamente y tiernamente. Es decir, que en todas las cosas sea Dios glorificado.

En Cómo oír a Dios, Joyce Meyer enseña cómo reconocer la voz de Dios y entender de las muchas formas en que Él habla usando la Palabra y experiencias de la vida real. Meyer explica que al abrir el corazón se desarrolla una sensitividad especial hacia las múltiples y sorprendentes maneras que Dios usa para contestar las preguntas que se le hacen diariamente. De esta manera Dios puede dar a conocer el plan eterno que ha trazado para cada vida.Este libro enseña: Cómo oír la voz de Dios, obedecerlo y tomar las decisiones correctas Los pasos que hay que seguir para confiar totalmente en...

«Se habla hoy mucho de pluralismo. Pero es legítimo preguntarse si ha habido una época menos pluralista que la que estamos viviendo. En la actual crisis de la Iglesia, los programas y las consignas habituales, por más dispares que sean, se presentan en cada caso como una panacea. La verdad cristiana es sinfónica. Proclamarlo a los cuatro vientos y tenerlo siempre presente nos parece quizá la tarea más necesaria del momento actual. Pero la sinfonía no supone en modo alguno una armonía almibarada y sin tensiones. La música más profunda y sublime es siempre drmaática, es acumulación ...