Camilo Torres Restrepo fue un destacado sacerdote, sociólogo y guerrillero colombiano, nacido el 3 de febrero de 1929 en Bogotá. Su vida estuvo marcada por un compromiso social profundo, que buscaba la justicia y la equidad en un país que atravesaba graves problemas de desigualdad. Desde joven, Camilo mostró interés por la realidad social de su país, lo que lo llevó a involucrarse en movimientos sociales y políticos.
Estudió en el Colegio Mayor de San Bartolomé y luego se graduó como sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia. Su formación académica le permitió entender a fondo las problemáticas sociales que afectaban a los colombianos, especialmente a los más desfavorecidos. Su profundo sentido de la justicia social lo llevó a tomar la decisión de ser sacerdote, creyendo que esta vocación le permitiría ayudar a los pobres y marginados.
Después de ser ordenado sacerdote en 1958, Camilo se unió a la Teología de la Liberación, un movimiento religioso que fusionaba los preceptos cristianos con un fuerte compromiso social. Se convirtió en un ferviente defensor de los derechos humanos y la justicia social, y realizó su labor pastoral en diversas comunidades de Colombia, donde promovió la organización popular y el empoderamiento de las comunidades vulnerables.
Sin embargo, su visión sobre la lucha social pronto evolucionó hacia la idea de que la violencia podía ser un medio legítimo para alcanzar el cambio social. En este contexto, en la década de 1960, se unió a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), con la intención de luchar contra la opresión y la injusticia en Colombia. Camilo Torres se convirtió en un símbolo de la lucha guerrillera, fusionando su fe con un activismo político radical.
En el ELN, promovió la idea de que la lucha armada era una extensión de su fe y su compromiso por los más desfavorecidos. A menudo se le recuerda por su frase: "El que no vive para servir, no sirve para vivir", que refleja su profundo sentido del deber hacia los demás. Su postura generó tanto apoyo como críticas dentro de la comunidad religiosa y entre sus contemporáneos.
Desafortunadamente, la vida de Camilo fue corta. El 15 de febrero de 1966, él y otros guerrilleros se enfrentaron a un operativo militar en el que fue asesinado en la región de Santander. Su muerte fue un evento que resonó profundamente en Colombia y en diversos sectores de la sociedad, elevándolo a la categoría de mártir y símbolo de la lucha por la justicia social.
Su legado persiste en la memoria colectiva, y muchas organizaciones lo consideran un referente en la búsqueda de una Colombia más equitativa. El Camilo Torres Restrepo que lucha por la paz y la justicia ha sido recordado en diversos foros, libros y estudios que analizan la historia del conflicto armado en Colombia y su impacto en la sociedad.
La figura de Camilo Torres invita a la reflexión sobre el papel del compromiso social en la fe, y cómo las convicciones personales pueden llevar a las personas a actuar de maneras a menudo controvertidas en la búsqueda de un mundo más justo. Su vida, su obra y sus ideas continúan inspirando a nuevas generaciones que buscan transformar la realidad social y política de Colombia.